
Los volcanes son montañas que cuentan con una abertura o cráter, por el cual desde el interior de la corteza terrestre pueden escapar materiales sólidos, líquidos o gaseosos que suelen acumularse y solidificarse alrededor. Uno de los más conocidos a nivel mundial es el Teide.
De acuerdo a los registros llevados en centros de investigación estadounidenses, tales como los del servicio geológico, en el mundo existen 1.500 volcanes activos.
Así, en el amplio territorio español se identifican muchas de estas estructuras naturales. Entre estos, podemos encontrar el volcán Croscat, el Cerro Gordo, el Santa Margarita, el Tagoro, pero como hemos mencionado, uno de los más emblemáticos es el Teide.
Este último, es el más conocido porque representa la estructura con mayor elevación de España.
Altura del Teide
El Teide es la tercera formación volcánica de más altura y tamaño del planeta, sólo superada por los volcanes hawaianos Mauna Kea y Mauna Loa.
Esta estructura geológica es notoria por muchas otras razones. Una de ellas, por ejemplo, es que a diferencia de otros volcanes, este nace justo en el interior de una placa y no en sus límites.
Es formado por una sucesión de capas de lava acumuladas que contienen diferentes tipos de materiales, en su mayoría sólidos, producto de repetidas erupciones a lo largo de los años
Mostrando claramente, según expertos en la materia, la evolución geológica de la tierra a medida que se evidencia el cambio del entorno alrededor de este estratovolcán.
El Teide se encuentra ubicado específicamente en la Isla de Tenerife, Canarias. Su altitud es de 3.718 metros por encima del nivel del mar y sobre el lecho oceánico se encuentra a 7.500 metros.
Es precisamente la altura del volcán Teide la que le da a la Isla de Tenerife su lugar como la décima isla más alta en el planeta
Formación del Teide
Se estima que la formación del volcán Teide comenzó hace más de 170.000 años y fue a partir de otra estructura volcánica mayor a él, que al sufrir ciertos deslizamientos dió lugar a la caldera de Las Cañadas.
Hoy en día sólo se puede observar parte de la pared de Las Cañadas, ya que al erigirse el Teide dentro de esta la ha ido rellenando con los materiales que ha expulsado.
A pesar de su impresionante tamaño, la base de este volcán se forjó solamente en 40.000 años, lo cual es un intervalo de tiempo considerablemente corto en términos geológicos.
Dentro del área limítrofe del volcán, se identificaron más de 1.000 yacimientos arqueológicos que datan de la época en la que habitó la tribu indígena Guanche.
¿Habrá una erupción en el Teide?
En cuanto a la actividad volcánica, la última erupción registrada en esta estructura fue el 18 de noviembre de 1909. Tanto en esta como en todas las erupciones que han ocurrido en el Teide, no se ha registrado víctimas o pérdidas humanas.
Durante el año 2004, en los meses de abril y mayo, se produjeron en la isla pequeños seísmos, 200 en total de los cuales sólo 5 fueron captados por la población.
Todas estas vibraciones fueron de muy baja intensidad y seis meses después cesó la crisis sin haber causado erupción alguna.
Aún así, la Universidad de Granada, en estudios recientes, prevé que de haber erupciones en el Teide estas podrían llegar a ser muy violentas, debido a que su estructura ya alcanzó gran consolidación.
En este sentido, las Naciones Unidas ha declarado al volcán Teide como una de las 16 estructuras geológicas de este tipo de la década. Incluso se ha llegado a comparar con el Etna y el Vesubio en cuanto a sus estructuras.
Historia del volcán Teide
De esta poderosa estructura volcánica hay registrada mucha información histórica, tanto en escritos romanos como en el mundo clásico.
Por ejemplo, durante la época expansionista en Europa, el volcán fue tomado como faro por los españoles, portugueses y los ingleses en sus expediciones navieras por el Atlántico.
Otro dato histórico resaltante es que tiempo atrás, en la cultura indígena canaria, la tribu Guanche -que era nativa de la región- lo llamaban Echeide o Echeyde, y era considerada por ellos una montaña sagrada.
De hecho, según sus creencias, el Teide representaba el infierno, y en él habitaba el gobernante del mal. En una ocasión, este demonio secuestró a Magec, quién era rey del sol, y lo ocultó en el interior de su guarida.
La tribu no tuvo más remedio que clamar a su dios supremo Achamán por ayuda. Como resultado Magec fue rescatado y el gran dios colocó un tapón en el cráter, el cual puede observarse en la corona color blanquecina en su último cono volcánico.
Parque nacional del Teide: flora y fauna
Sus inmediaciones están compuestas por una rica variedad de flora y fauna. En el caso de la vegetación, existen dentro del ecosistema volcánico más de 60 especies autóctonas.
El Tajinaste Rojo, la especie más emblemática del lugar, puede medir hasta tres metros de altura, y suele florecer de Mayo a Junio. Característico, como su nombre lo indica, por el color rojo de sus flores que hacen contraste con la lava volcánica.
También habita en el área la Retama del Teide, la cual es la más abundante, y se cubre de flores blancas o rosáceas; igualmente la Violeta del Teide, conocida por su delicadeza y espectacular belleza, que brota en el punto más alto de España.
Como valor agregado se sabe que el terreno alrededor del estratovolcán es increíblemente fértil, debido a que las cenizas volcánicas aportan una cantidad importante de nutrientes al suelo.
Por otro lado, en este mismo paisaje conviven varias especies animales, tanto vertebrados como invertebrados, siendo estos últimos los que más abundan en el lugar.
Como ejemplo de la fauna silvestre se puede nombrar al Lagarto Tizón como el más emblemático de todos; O al Cernícalo, que se ha adaptado tanto al lugar que puede retrasar su período reproductivo a causa del frío.

Debido a su impresionante tamaño y dimensiones, características geológicas únicas e irrefutable belleza paisajística, es declarado por la UNESCO en el año 2007 como patrimonio de la humanidad.
Actualmente, el Parque Nacional del Teide (donde se ubica el volcán) es la reserva natural con más visitas registradas en España. Debido a que es considerado el atractivo más grande del país y de Europa.